ASÍ, NO

UD ROSARIO 1 - 3 ALMARGEN UD

Alineación UD Rosario

Juan; Jorge, Javi (Toble), Milu, Veleta; Elías, Gordillo, Alberto, Rubén (Seúl), Rando; Jesús (Picha)

La suerte, el árbitro, fallos puntuales, un terreno de juego extraño o, simplemente, que el contrario fue mejor, pueden servir para excusar una derrota. Al fútbol se pierde y se gana. Lo que se vio este domingo por parte del Rosario no tiene excusa posible. Cuando no se pelea; cuando se deja que el contrario se haga dueño y señor de cualquier balón dividido; cuando cada uno intenta hacer la guerra por su cuenta; o cuando se regalan oportunidades de gol cada 10 minutos; cuando todo esto sucede, el resultado sólo puede ser uno. Si encima se presenta un rival bien plantado en defensa y espabilado arriba como fue Almargen, la victoria se presumía como algo milagroso.

La primera parte, con el viento en contra, estuvo marcada desde el principio por un despiste defensivo que propició el primer tanto de los visitantes. El equipo amarillo, que llegaba a las Clavellinas muy motivado (co-líder), se encontró con un encuentro mucho más cómodo de lo que esperaban. Los locales no gozaban de espacios por donde crear alguna oportunidad. Todos los acercamientos terminaban con un barullo dentro del área de los que, en ninguna ocasión, se pudo sacar nada positivo. Ni un ¡uy! se escuchó en estos primeros 45 minutos. Lo que si se oyó, antes del descanso, fue la celebración del segundo tanto por parte del abundante público almargeño que se desplazó con su equipo. Los visitantes desarbolaban una y otra vez el entramado defensivo local con un juego basado en contras rápidas aprovechando el aire a favor. El 0-2 parecía una losa difícil de levantar, pero cosas más complicadas se han visto en este campo con la UD Rosario.

Pero ayer no era el día. El segundo acto comenzó con un cambio de actitud por parte saucedeña. Hacía presagiar un intento de darle la vuelta al marcador. Seguía sin haber oportunidades, pero parecía que los jugadores creían en la remontada. Duró un cuarto de hora. Otro regalo con lacito sirvió para que el delantero almargeño lograra un hat-trick. Normalmente, el balón se da al final del partido cuando el jugador consigue los 3 tantos, no durante los 90 minutos. La última media fue un auténtico suplicio para la hinchada local. Por lo menos, al final se vio un poco de orgullo. Un par de oportunidades de Alberto precedieron al gol de Milu. Con un buen remate llegando desde atrás en un córner se finiquitaba el partido. Volaban los primeros puntos de nuestro campo ante un rival directo que nos hace perder comba con los puestos de cabeza.

La semana que viene se presenta la oportunidad de demostrar que este partido sólo es un accidente. Para eso, más que el resultado, hay que luchar por dar otra imagen en un campo complicado. La misma dificultad a la que se presumía iba a encontrarse Almargen. Éstos han conseguido ganar aquí, ¿por qué no podemos ganar nosotros en Teba? Recuperando sensaciones y volviendo a comportarse como un auténtico equipo se puede sacar algo positivo.

El crack: Afición. Sin duda alguna, el público asistente al campo fue lo más positivo. No sólo el que fueran, si no, sobre todo, el permancer hasta el final aguantando estoicamente el frío, el viento y el mal partido por parte saucedeña. Gran afición, también, la de Almargen igualando en número a la local.