DOS DESPISTES = DOS PUNTOS MENOS

UD ROSARIO 2 - RINCÓN B 2

Alineación UD Rosario (Juvenil)
Manuel; Esteban, Mario, David, Leo; Javi B., Pirri, Coscu (Manolillo); Amores, Jairo y Javi

El fútbol nos demostró, otra vez, que posee una manera curiosa de repartir justicia. El encuentro de este sábado ante el Rincón B quizás terminó con un resultado justo pero el dominio y las oportunidades no fueron en consonancia con lo que se iba viendo en el marcador. Me explico. La primera mitad tuvo un claro color visitante. Posiblemente el gol de cabeza de Pirri nada más comenzar el choque hizo que los rinconeros se lanzaran al ataque desde el principio. En los primeros 45 minutos Manuel vio peligrar su marco en varias ocasiones. Los saucedeños proyectaron alguna que otra contra con más peligro aparente que real. O fallaba el último regate; o el último pase; o el último control. Parecía que el empate estaba al caer. En ese momento el campo nos hizo un favor, ¡y qué favor! Un delantero visitante, tras colarse entre la defensa y dejar sentado a Manuel se plantó a medio metro de la portería, con el balón controlado y, prácticamente, celebrando el gol. Pero en el instante de golpear la pelota (sin tocarla, entraba) apareció un defensa inesperado. Un chino provocó que el balón se elevara y el empate seguro se convirtiera en un fallo a lo "Abreu" dando el balón en el larguero y provocando una contra. El córner que se originó tras esta jugada sirvió para que Javi T. colocara el segundo aprovechándose de una gran maniobra en el área. El público no podía creerse lo que acababa de presenciar. Al descanso se llegó con esta tranquilizadora ventaja pero se presumía una segunda mitad de sufrimiento. El Rincón no parecía que se iba a rendir.

El guión prestablecido no fue tal. El Rosario salió con el propósito claro de controlar el partido. Y lo consiguió. Dominaban la posesión, aprovechaban las bandas, se movía con fluidez la pelota y, en varias ocasiones, la sentencia estuvo a punto de llegar. Ahora éramos nosotros los que no aprovechábamos las ocasiones y el Rincón quien no veía la forma de llegar con claridad a la meta de Manuel. Cuando los visitantes parecían darse por vencidos, dos despistes defensivos nos costaron el empate en sendas jugadas a balón parado. Siempre hay que recordar que en cualquier momento se te puede complicar un partido. Confiarte nunca te hace ganar partidos. Javi T. tuvo una última oportunidad para llevarse la victoria pero el portero rechazó un balón con marchamo de gol.

Al final un empate justo por los méritos contraídos por ambos conjuntos aunque, como he señalado, la forma en la que se produjo fue, cuando menos, paradójica.
La semana que viene jugáis un derbi ante el Trabuco. No hay nada más que decir.

El crack: Javi T. Aunque el chino que evitó el empate merecería estar aquí, Javi hizo un partido más completo. Marcó, asistió, peleó y creó siempre problemas a la defensa rinconera. Lástima esa última oportunidad que podría haber rubricado una gran actuación.