¿CUÁNTOS PARTIDOS HAY EN 90 MINUTOS?

ANTEQUERA B 2 - 2 UD ROSARIO

Alineación UD Rosario

Juan; Cristóbal (Alberto), Veleta, Milu (Gordillo), J. Miguel; Elías, Jorge, Rando (Jesús), Rubén, Diego (Pincho); Jero

La respuesta no es, ni mucho menos, uno. Este sábado en Antequera, estrenando un campo nuevo espectacular (queremos uno así), se vieron, como mínimo, tres partidos claramente diferenciados. Como decía Jack "El Destripador", vayamos por partes.

El duelo comenzó con un respeto mutuo, quizás desmesurado, que provocó que los primeros 20 minutos fueran, básicamente, un tostón peregrino. Los dos contendientes buscaban alejar el peligro cerca de su área antes que crear juego, el balón rodaba poco por el recién estrenado tapete. Los antequeranos, ejerciendo de locales, presionaban algo más y se acercaban al área saucedeña con algo de intención, aunque Juan vivía con cierta tranquilidad sin tener que intervenir en casi ninguna ocasión. El Rosario intentaban encontrar la espalda de la defensa aprovechando la velocidad de Jorge y Rando por las bandas. Alguna llegada tuvieron pero, sin compañía, los acercamientos morían sin que los locales notaran el peligro de un equipo que se presentaba como líder.

Mediada la primera parte el partido dio un vuelco. En un balón sin ningún peligro, se conjugaron dos cosas que ya por separado son determinantes. Un fallo defensivo y un error del asistente (fuera de juego clamoroso) se aliaron para que Antequera se pusiera por delante en el marcador.

A partir de ahí, comenzó otro partido. Los locales atacaban con más confianza y los nuestros empezaron a sentirse nerviosos en algunos lances defensivos. El balón rondaba constantemente la portería de Juan. Las ocasiones más claras, paradójicamente, fueron del Rosario. Un centro mal despejado por un defensa antequerano que se fue al palo y un par de pepinazos espectaculares de Elías (uno demasiado centrado y otro lamiendo el palo) fue lo más destacado antes del descanso.

La reanudación siguió por los mismos derroteros. Antequera dominaba sin crear demasiado peligro y el Rosario buscaban encontrar la manera de fabricar alguna jugada que le animara a coger las riendas del choque. El 2-0, a los 15 de la segunda, pareció que finiquitaba el partido. Quedaba media hora y resultaba muy complicado pensar que, sin haber puesto a prueba al cancerbero local y, ante un equipo que en cuatro partidos y medio no había encajado ningún gol, la UD Rosario sacara algo positivo de un campo maldito estos años, pero Paco todavía creía en la remontada.

En una falta sin aparente peligro Diego ejecutó una maniobra espectacular al bajarla con la izquierda y cruzar, a bote pronto, con la derecha haciendo inútil la estirada del ídem que guardaba la meta antequerana. El partido entró en su tercera y decisiva fase. El fútbol demostró otra vez porque es el deporte rey y es que, sólo aquí, puedes pasar de estar totalmente muerto a creerte capaz de todo en un instante (lo que tarda en entrar la pelota desde que la chutas). El 2-1 produjo ese efecto en el equipo, en general, y en Diego, en particular que, tras pasar prácticamente desapercibido durante 65 minutos, sacó otra vez su clase a relucir cuando, una falta al borde del área, perfecta para su perfil, la colocó donde sólo un gran portero hubiera intentado llegar. Desde el 2-0 no había, prácticamente, noticias de los antequeranos en ataque y los 2 golazos de Diego contribuyeron a que concentraran sus esfuerzos en sacarlo del partido como fuera. La entrada que le hicieron (que provocó que tuviera que ser sustituido) es para que el jugador que la hizo no participe en un partido en varias jornadas, pero el árbitro sólo le sacó amarilla (para qué complicarse) y, porque tenía otra, fue expulsado. Con uno más, los saucedeños creían, ahora sí, en la victoria y la acariciaron en alguna ocasión. Una falta indirecta dentro del área y varias internadas de Alberto (gran segunda parte la suya) hacían ver a la afición que la remontada completa era posible. Sin embargo, la oportunidad más clara la tuvieron los antequeranos cuando un delantero se plantó solo ante Juan y, con todo a favor, mandó el balón al larguero. Quedaban 5 minutos y, pensándolo fríamente. el punto era más que bueno.

El partido, de todas formas, acabó en el área local. Un córner fue lo último destacado del partido. Subrayo esta acción final porque, aunque no llevó peligro al marcador si lo llevó a las costillas de un defensa antequerano cuando, su propio portero, con evidentes muestras de ir a hacer daño le clavó las rodillas (si hubiera pitado penalti nadie habría protestado).

En definitiva, buen, y justo, resultado en un campo donde esperamos que en un futuro esa maldición que, parecía, nos poseía cada vez que lo visitamos, se hubiera ido con el albero y los travesaños cuadrados de las porterías.

El crack: Diego. Quizás en el cómputo global del partido, Elías con su oficio y Alberto con una segunda parte espectacular pudieran merecer esta denominación, pero esos dos destellos de calidad del 24 que, además, fueron absolutamente decisivos para traerse algo positivo, hacen que Diego (ya le tocaba) obtenga este reconocimiento. Esperamos que no tenga nada grave tras recibir la entrada criminal antes mencionada.