lunes, 19 de octubre de 2009

LOS JUVENILES DAN LA CARA

TORRE DEL MAR 3-4 UD. ROSARIO

Alineación: Palomino, Germán, Mario, David, Miguel Ángel, (Pedro), Pirri, (Tato), Javi, Jairo, (Oro), Terri, Manolillo y Leo, (Amores).

Partido de Juveniles disputado en el campo del Torre del Mar, muchas dudas en el equipo, tras la debacle de la semana anterior ante Campillos, comenzó el partido y rápidamente se adueño del centro del campo y consiguiendo varias llegadas con mucho peligro a la meta contrario, pero ninguna termino en gol, hasta que a los veinte minutos aproximadamente, Leo finaliza una jugada por la izquierda, consiguiendo el primer gol del Rosario, el partido estaba controlado perfectamente, buenas triangulaciones en el centro del campo, pases al hueco y remates que no llegaban al fondo de la red, pero en una jugada sin peligro aparente, todo se va al garete, ya que sobre el minuto 25 aproximadamente, en un balón despejado sobre la zona defensiva del Rosario, se produce un fallo de aplicación, y llega el empate al marcador, éste gol hace que el equipo se resienta en todas sus líneas, y para colmo de males, unos siete minutos más tarde, se reproduce la escena anterior, y llega el segundo gol del Torre del Mar, parecía mentira lo que estaba ocurriendo en el campo, de poder llevar varios goles a favor, íbamos por debajo en el marcador. Hasta el final del primer tiempo el equipo saucedeño naufragó estrepitosamente, no había juego en conjunto, no existían apoyos, desmarques, se jugaba sin garra, sin lucha, apáticos, faltaba compañerismo, en definitiva un desastre, menos mal que se llega al final del primer tiempo.
En el descanso y tras un “intercambio de impresiones”, comienza el segundo tiempo y el equipo parece que lo afronta con otra mentalidad, tiene otra actitud sobre el terreno de juego, comienza a jugar con intensidad, aunque el juego no tenía la fluidez necesaria para conseguir el empate, el equipo local se encerró en su campo y la única baza que disponía era el contraataque, pero en una jugada bien trenzada entre el centro del campo y la delantera, Amores aprovecha un pase al segundo palo, y consigue el tanto del empate, éste gol reactivó aún más a los nuestros que siguieron acosando la meta contrario, pero nuestro gozo en un pozo, ya que no habían transcurrido cinco minutos, y nuevamente un fallo en el despeje de un balón alto, el esférico queda en los pies de un delantero local en el borde del área pequeña, y ¡zas!, nos hacen el tercer gol, nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo, éste momento marca el devenir de los minutos restantes, ya que lejos de venirse abajo, el equipo reacciona de una manera irracional, el partido entra en una fase de descontrol, cualquier equipo podía ganar y perder por bastantes goles, se jugaba más con el corazón que con la cabeza, en el minuto 70 aproximadamente y en una jugada por banda derecha finaliza en la banda de Amores, y éste con mucha tranquilidad, bate nuevamente la meta contraria y se consigue el empate a tres, el equipo estaba irreconocible, se jugaba con mucha pasión, con mucha lucha, con entrega total, se llegaba arriba a base de “adrenalina”, (alguien dijo, éste equipo se parece ahora mismo, a la U.D. Rosario de hace varias décadas), seguía el partido por los mismos derroteros, llegadas al área contraria y no finalizaban en gol, hasta que faltando unos seis minutos más o menos, Tato recoge un balón en el borde del área y chuta a puerta, el balón tras golpear en un contrario y con mucho suspense llega al fondo de la portería, en este momento se desata la rabia contenida de los juveniles, abrazos, saltos, gritos de ánimo, etc, el equipo había conseguido una remontada jamás imaginable al final del primer tiempo, quedaban pocos minutos para el final, pero el equipo local estaba completamente roto, no se podía perder el partido, pitido final y la alegría fue la nota dominante de esos momentos, creo que se puede decir el dicho de “Ver para creer”.

Lo peor: La falta de actitud de la mitad del primer tiempo, no se puede estar en un campo de fútbol o en cualquier actividad, sin garra, sin compromiso, sin lucha, sin compañerismo, sin ilusión, sin sangre, etc, etc.

Lo mejor: La transformación del grupo en el segundo tiempo, demostrando que cuando se quiere, se puede; esta línea marcada os tiene que servir para aplicarla en lo sucesivo.

Enhorabuena a todos y seguid trabajando así.
Crónica cedida por un amigo.

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