Alineación UD Rosario
Juan; Cristóbal (Pirri), Elías, J. Miguel, Arturo; Veleta, Jorge, Rubén, Jesús (M. Ángel), Rando; Alberto
Con muchas e importantes bajas nos presentábamos en el bonito campo de Almargen. Varios jugadores en puestos no muy habituales nos hacían presagiar un encuentro muy complicado ante un rival que, para más dificultad, era el único que había conseguido llevarse los 3 puntos de nuestro campo esta temporada y al que siempre habíamos visto por encima en la clasificación. Si todos estos factores los aplicáramos a una ecuación, el resultado no nos sería muy favorecedor. Pero, afortunadamente, el fútbol no son matemáticas y los saucedeños realizaron el mejor partido de toda la liga logrando una victoria de grandísimo mérito.
Con muchas e importantes bajas nos presentábamos en el bonito campo de Almargen. Varios jugadores en puestos no muy habituales nos hacían presagiar un encuentro muy complicado ante un rival que, para más dificultad, era el único que había conseguido llevarse los 3 puntos de nuestro campo esta temporada y al que siempre habíamos visto por encima en la clasificación. Si todos estos factores los aplicáramos a una ecuación, el resultado no nos sería muy favorecedor. Pero, afortunadamente, el fútbol no son matemáticas y los saucedeños realizaron el mejor partido de toda la liga logrando una victoria de grandísimo mérito.
En un campo que invitaba a tocar la pelota, ambos equipos lo intentaron desde el pitido inicial. El Almargen combinaba con soltura en la medular con una paciencia impropia de esta categoría, pero los saucedeños, muy bien plantados atrás, crearon un muro a la altura de la frontal del área impidiendo que las aproximaciones locales llevaran peligro a la portería de Juan que, en esta mitad, no tuvo que intervenir en ninguna ocasión. A medida que pasaban los minutos, el Rosario robaba el esférico en situaciones más ventajosas para lanzar rápidas contras que, poco a poco, iban desnivelando la balanza a nuestro favor. Los almargeños ganaban en posesión, el Rosario llevaba el peligro. El partido parecía controlado por los nuestros que dispusieron de alguna oportunidad clamorosa antes del primer tanto. La sensación de superioridad aumentó cuando Jorge aprovechó un balón muerto en el área para fusilar al meta rival y poner a los azules con una ventaja que sirvió para que todos confiaran definitivamente en que la victoria era posible. En los locales incrementaban unos nervios con los que perdían precisión en el pase y tranquilidad defensiva. El 0-1 hacía justicia a lo visto en los primeros 45 minutos. Todavía quedaba la segunda mitad y ya nos habían remontado más de una vez un resultado así. La relajación y el cansancio eran nuestros dos máximos enemigos.
El segundo acto se puede dominar como: "La venganza contra los goles psicológicos". Me explico. Durante todo el año hemos estado sufriendo de esta suerte del fútbol. Sin ir más lejos, la semana pasada nos empató el Cañete en el 95, igual que el Malaka. Y qué decir de la gran cantidad de goles recibidos justo antes del descanso o nada más volver de los vestuarios.
En Almargen nos sonrió la fortuna y de la manera más cruel para el contrario. Los almargeños habían salido con la intención de darle la vuelta al marcador pero no se habían cumplido 5 minutos de la reanudación cuando Alberto peleó un saque de Juan ganándole el salto en dos ocasiones a toda la zaga local. Rando aprovechó el hueco en su banda para recoger la pelota, llegar hasta la línea de fondo y poner un caramelito en la cabeza, otra vez, a Alberto que, lanzándose en plancha, picó el balón en un gran gesto doblando la ventaja para los saucedeños. Primer gol psicológico. Los locales no se iban a rendir y siguieron empujando aunque no encontraban la manera de inquietar nuestra portería. A poco más de 20 minutos para el final, el choque entró en la locura. Un delantero amarillo halló un resquicio en el área visitante y sacó tajada de un centro cruzando el balón imposible para Juan. Treinta segundos después, Alberto estaba tendido en el área almargeña víctima de un penalti tras robarle la cartera, las llaves del coche y 57 euros a un central rival. Rubén no desaprovechó el regalo y puso, de nuevo, los dos de diferencia. Segundo gol psicológico. El cansancio comenzaba a hacer mella en los saucedeños. Pero el amor propio pudo más. No se descompuso atrás y seguía poniendo en vilo a los aficionados almargeños ante los comprensibles huecos que su equipo ofrecía a nuestro ataque. A 10 minutos para el final, la esperanza se volvió a instalar en los dueños del campo. Una serie de rechaces dentro del área visitante terminaron con el esférico en nuestra portería. No dio tiempo ni a lamentarse. Acto seguido, Jorge se sirvió de una salida en falso del portero para colocar una preciosa vaselina con su pierna mala ante la mirada atónita de toda la grada. Tercer gol psicológico. Los locales pasaban del optimismo a la frustración en cuestión de segundos. Todavía hubo tiempo para más. En el descuento, para seguir fieles a nuestra costumbre, encajamos un tercer gol que, tras el gran trabajo defensivo de todo el equipo sin recibir apenas ocasiones, era bastante injusto. Quedaban 3 minutos y el temor a no ganar duró lo que tardó Alberto, esta vez sí, en rematar finalmente el encuentro con un gol tras una gran carrera desde el medio del campo. Cuarto, y definitivo, gol psicológico.
Ojalá que este resultado sirva para encarar con confianza e ilusión lo que queda de temporada. Partidos bonitos como Teba, Sierra Yeguas o Malaka, otros con ganas de revancha como Mollina o en un campo propicio como es el de Algaidas. No es lo mismo quedar 5º que 8º, ni se puede comparar a la sensación que produciría el terminar con orgullo que como almas en pena. Después de tantas circunstancias adversas que hemos sufrido este año, no estaría nada mal.
El crack: EQUIPO. Si en Almogía, este apartado quedó desierto por falta de candidatos, en Almargen, prácticamente todos podrían ser designados como los mejores del partido. Y si cada jugador se aplica en sus funciones y se mantiene concentrado los 90 minutos, el que se beneficia es, sin duda, el equipo. Cuando todos van a una, nadie se esconde y cada cual se empeña en demostrar a su rival que se es mejor, perder o ganar deja de tener tanta importancia porque nadie puede reprochar nada.
PD: Me gustaría hacer una mención especial a cuatro jugadores. El primero Miguel Ángel que volvió a disputar algunos minutos tras el susto que nos dio en Ronda, el segundo, Arturo, que disfrutó de su primer partido desde el principio y cuajó, como todos, una actuación sensacional y los dos juveniles que iban convocados: Pirri que cumplió de sobra en los 20 minutos que jugó sin verse sobrepasado por el ambiente y la tensión y Coscu que, aunque no salió al césped, estuvo en su primera de las muchas convocatorias que le quedan por vivir.
VAMOS MI ROSARIO
1 comentario:
Vaya "pechá" de escribir que te has pegado; buena cronica, y me alegro mucho por Miguel Angel; y todo el equipo, la mezcla juventud-experiencia, empieza a dar sus frutos. Esperemos que la proxima temporada "la del cesped", se consiga la proeza, vamos por el buen camino. Mister Latigo "Melero" y sus chicos a refrendar con Teba lo de Almargen. VAMOS MI ROSARIO.
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