TODO LLEGA...Y TODO VUELVE

UD ROSARIO 3 - 6 MARBELLA

En el último partido de la primera vuelta se truncó la espectacular marcha de nuestros cadetes y, por primera vez en esta temporada, degustaron el amargo sabor de la derrota. Siempre es necesario que cualquier equipo que se crea invencible muerda el polvo alguna vez. De esta manera te bajas, de golpe, de la nube en la que normalmente se instalan los conjuntos con este tipo de rachas (y más a estas edades). Si sabes mirar el lado positivo de una derrota como ésta, te das cuenta que los partidos no se ganan por lo que se haya hecho antes. Cada encuentro es una historia totalmente diferente y se necesitan 50 minutos de máxima tensión y respeto al rival para sacar el mayor provecho posible.

La verdad es que al comienzo del choque, nada hacía presagiar que se iba a perder. Nuestros chavales salieron muy concentrados en defensa y con bastante presencia en ataque. Marbella no rehúsaba el intercambio de golpes y también producía sus ocasiones. La suerte se alió con el Rosario, que golpeó primero por medio de Jesús, quien aprovechó un balón muerto en la línea para colocarnos en franquicia en el marcador. Los 10 minutos que siguieron al gol fueron donde se vio al mejor Rosario del partido. Muy ordenados en defensa (Marbella continuaba lanzando peligrosas ofensivas hacia la meta de Manolo) y combinando con rapidez en ataque se vieron jugadas de enorme mérito y, fruto de ello, se amplió la ventaja hasta un 3-0 subiendo al electrónico (ya mismo) un gol, con fortuna, de Cano en una falta y otro de Jesús tras un magnífico contragolpe apoyado por Juan Carlos. Todo era perfecto. Marbella no pensaba lo mismo. El equipo costasoleño se jugaba mucho en este envite. De caer derrotados, podrían haber dicho prácticamente adiós a sus opciones de alcanzar alguno de los dos puestos de cabeza. Los nuestros creyeron que estaba todo hecho y se apartaron de la intensidad que siempre nos muestran. Lo que parecía una victoria cómoda se convirtió en lo que se preveía, un choque igualado y donde no se podría esperar ninguna concesión del rival. Basados en cerrar el pase al pivote y jugar rápido con su mejor jugador, que volvió loca a toda la defensa local, los marbellíes comenzaron a creer en la remontada cuando, en los últimos minutos de la primera mitad, consiguieron perforar hasta en dos ocasiones la portería saucedeña.

Con la ventaja reducida al mínimo y los visitantes con mucha moral, la segunda parte se vislumbraba un fútbol-sala del bueno. Lo hubo, aunque casi todo lo pusieron los de Marbella. Nuestros cadetes se mostraron durante todo este periodo muy, muy nerviosos. Y los nervios en el fútbol no son buenos consejeros. Dejaron de entrar con confianza al balón, no encontraba, casi nunca, a un compañero en ventaja y, cuando lo conseguían, se enredaban, inexplicablemente, en pases de sobra donde se necesitaba un tiro. Marbella, mientras tanto, cada vez se sentía más cómodo. Empató muy pronto y, poco a poco, cayeron los 3 goles restantes que le dieron la victoria final. Y pudieron ser más porque, con el resultado en contra, los nuestros se lanzaron a tumba abierta por la igualada y, al descuidar la parcela defensiva, hacían que, prácticamente en cada ataque, los visitantes pusierabn el corazón en un puño al poco público asistente al polideportivo (sigo diciendo que hay que animar más a los equipos). Manolo, muy atento en todo momento, evitó que la ventaja se ampliara con paradas de gran mérito y anticipaciones que corroboraban que era casi el único que realmente estaba con los 5 sentidos puestos en pos de la remontada.

El pitido del trencilla selló la primera derrota del Rosario. Con esto lo único que se va a conseguir es que los chavales se olviden de mirar clasificaciones de otras provincias y centrarse en la que realmente interesa. Hasta que no se llega a la meta, no termina la carrera.

No sé si os acordaréis que el Bayern de Munich perdió una Copa de Europa ante el Manchester hace 10 años cuando, en el descuento, le remontaron los ingleses un 1-0 en dos córners seguidos (al primero subió hasta el portero a rematar). Con esto quiero que veáis que si eso le puede pasar a un megaequipo en un minuto, que no os podrá a vosotros en 10 partidos que os quedan. No hay nada hecho y sin esforzarse cada minuto no se hará. Aunque, eso sí, seguís siendo líderes y eso lo hubieráis firmado todos al final de los primeros 10 encuentros.