UD LA COINEÑA 0 - 4 UD ROSARIO
La mejor manera de superar un traspiés como el que sufrieron los cadetes la semana pasada es reencontrarse, lo más rápidamente posible, con la senda del triunfo. Si además se consigue realizar un encuentro muy serio y recuperar la confianza para afrontar el gran partido, ante otro de los gallitos del grupo (Acosol Marbella), que les espera tras el parón navideño, ¿qué más se puede pedir?
Sólo durante los primeros 10 minutos del choque, con el marcador igualado, se vivió con cierta incertidumbre para nuestros intereses. Los locales, con un juego de mucho toque, hacían trabajar a la defensa saucedeña sin permitirles el más mínimo despiste. De alguna ocasión clara gozaron los coineños. La fortuna, en ese momento, se alió con nosotros. Poco a poco, los saucedeños comenzaron a desprenderse de los nervios iniciales y, con un juego más directo, encontraban más situaciones en las que, todavía, no se atrevían a definir. Parecía que nadie quería probar al meta local. Mediada la primera mitad, se acabó la tontería. El Rosario, con una presión más acentuada, se dedicó a robar balones cada vez más cerca del área contraria y el partido tomó un cariz completamente azul. Cano (simplemente espectacular todo el choque) aprovechó tres de las muchas ocasiones que dispusieron y, en apenas 10 minutos, consiguió un hat-trick que tranquilizó definitivamente a los saucedeños. Coín no se rindió, pero le resultaba muy difícil penetrar en la defensa visitante y, cuando lo conseguían, ahí estaba Manolo (ya mismo Don Manuel) para sacar a relucir su categoría. Dio un recital de tapar huecos y otro de abrirlos con sus saques.
A la vuelta de la caseta, Juan Carlos no tardó mucho en sumar otro tanto a la ventaja obtenida previamente y dar al traste con las escasas ilusiones de remontada que albergaban los locales (el año que viene serán un equipo que dará mucho que hablar). El último cuarto de hora sirvió para que intervinieran todos. Ambos conjuntos dispusieron de oportunidades para que se vieran más goles, pero el grifo se había cerrado. Felipe sólo necesitó 5 minutos para demostrar, una vez más, que el relevo en la portería está asegurado. Realizó varias paradas a bocajarro que las firmaría el mismísimo Casillas (sobre todo ahora). Tres puntos más y, dato importante, sin encajar ningún gol a domicilio, algo realmente difícil y de mucho mérito.
Otra semana que debemos felicitar a este EQUIPO (con todas las letras) y animarle a seguir disfrutando de la gran temporada que llevan manteniendo, sobre todo, ese compañerismo y buen ambiente que reina en el vestuario. Luego, como estáis comprobando, se refleja ese buen rollo en el campo. Enhorabuena y que disfrutéis las fiestas (no os hinchéis de turrones).
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