domingo, 29 de noviembre de 2009

SE NOS HA OLVIDADO GANAR

CD MOLLINA 2 - 1 UD ROSARIO

Alineación UD Rosario
Juan; Javi, David, Milu, Veleta (Toble); Gordillo, Rubén, Jesús (Javi), Jorge, Jero; Alberto
Lo único bueno de la visita a Mollina es que, por fin, se acaba este funesto mes de Noviembre donde se han lapidado muchas de las opciones para realizar una temporada luchando por los puestos de cabeza. El partido, disputado en Alameda debido a las obras de remodelación del campo mollinato (nos vamos a quedar los últimos), se presentaba como una buena oportunidad para recortar puntos con alguno de los equipos punteros.
En los primeros 2 minutos del choque, ambos conjuntos pudieron desnivelar el marcador. Primero fue el Rosario. Un defensa se interpuso, en el último momento, a un remate de Alberto que aprovechó un pase de la muerte de Jorge. Seguidamente, un jugador local se plantó solo delante de Juan. Lo intentó de vaselina, pero la pelota se fue lejos del marco desprotegido ante la salida a la desesperada del meta saucedeño. En ese instante (recuerdo, minuto 2), se acabó el fútbol. El partido se convirtió en una sucesión de faltas e interrupciones que originaban la siguiente situación. Balón colgado al área, despeje de la defensa o atajada del portero, en cualquier caso, el esférico regresaba al centro del campo sin control, otra vez se metía en el área frontalmente y vuelta a empezar. La secuencia sólo se interrumpía en contadas situaciones cuando a algún jugador se le ocurría echar el cuero al piso. Ni tres elementos diferentes del mismo equipo lo habían tocado cuando, ¡¡¡¡¡¡¡piiiiiiiiiiiii!!!!!!!, falta y volver a lo mismo.
El guión del encuentro lo había escrito Mollina a lo cuáles les convenía este estilo marrullero en el que se sumergió el partido y nosostros lo firmamos metiéndonos en una guerra que no nos venía bien. Los mollinatos tienen algunos jugadores que deberían mirarse si lo que hacen dentro del campo es honrado (puñetazos por la espalda, entradas muy a destiempo o zancadillas a contrarios con el balón en otra zona del campo). Supongo que, mientras el árbitro de turno se lo permita, como sucedió ayer, creerán que lo que hacen es correcto y si, como en esta ocasión, sirve para sacar al contrario del choque, se llegan a sentir útiles.
Faltas, las que quieras; protestas, ni con la mirada. Pienso que los partidos se enrarecen y se crean tensiones por la permisividad ante acciones agresivas. Las protestas rara vez desembocan en algo más, además, muchas derivan de reacciones ante entradas injustificadas.
Al descanso se llegó con el pobre bagaje de alguna que otra llegada aislada con cierto peligro por ambas partes que no se pudieron concretar.
Sólo al comienzo de la segunda mitad se vio a un Rosario realmente capaz de controlar el tempo del partido. En los primeros 5 minutos tras la volver de la caseta se acumularon más situaciones de peligro que en, prácticamente, el resto del choque. La última de esta sucesión de llegadas fue la más clara y precedió a una jugada sin aparente peligro por parte de los locales que aprovecharon un balón suelto al borde del área para, en su primer tiro a puerta, adelantarse en el marcador con un buen chut pegado a la cepa del palo. El equipo no se había recuperado del mazazo cuando, en una jugada de infantiles (a veces también le pasa al Atlético de Madrid), veíamos como la desventaja se doblaba. Ahora sí que la cosa se ponía realmente complicada. Mollina ganó en confianza y se agazapó atrás saliendo a la contra con peligro en contadas ocasiones. El Rosario, con uno menos durante 20 minutos (una expulsión que Javi se ganó pero que podía haberla evitado el colegiado si hubiera obrado con más mano dura ante la entrada que recibió), lo intentó más con orgullo que con ideas y, aún así, se pudo dar la vuelta al marcador. Un penalti malogrado por Rubén a 10 minutos del final nos pudo meter en el partido e, incluso, tras el gol de Jero en el descuento aprovechando un barullo en una jugada a balón parado, Jorge tuvo la oportunidad de empatar en otra pelota sin dueño dentro del área. El tiro se fue lamiendo la escuadra y con él, la esperanza de sacar algo positivo.
Otra derrota y, por segunda semana consecutiva, otro miembro de la plantilla lesionado debido a la entrada de un contrario. La semana pasada Elías recibió un codazo en el pómulo que fue sancionado con falta suya (increíble pero cierto). En esta ocasión, Javi tuvo que abandonar el campo tras una plancha criminal a la altura de la tibia (el árbitro sacó sólo amarilla tras revisar, en plan CSI, que la acción le había dejado marca). Que fueran o no fortuitas sólo lo sabe quien las hace, que ambas eran merecedoras de expulsión lo sabe todo el mundo menos, curiosamente, los encargados de juzgarlas.
Se dice que hay que proteger a los cracks tipo Messi o Cristiano y yo creo que es más importante proteger a los jugadores en estas categorías porque, en cualquier acción, pueden quedarse sin trabajar durante una temporada, o directamente fuera, lo cual, viendo los tiempos que corren, no creo que sea muy deseable. Messi o Cristiano no creo que vayan a tener problemas para llegar a final de mes.

El crack: Toble. En los veinte minutos que disfrutó se le vio intervenir en casi todos los balones colgados, los prolongó con intención o los bajó intentando darle sentido a un partido caótico. Además peleó y se inmiscuyó en un encuentro perro aportando, casi siempre, en positivo.

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