lunes, 26 de octubre de 2009

SEGUIMOS SUMANDO

UD ROSARIO 1 - 0 ALMOGÍA ATL.

Alineación UD Rosario
Juan; Jorge, Milu, J. Miguel (Arturo), Veleta; Elías, Gordillo (Seúl), Alberto, Jesús (Rando), Rubén (Pincho); Jero

Partido sin mucha historia el disputado este domingo en las Clavellinas. No la tuvo porque los 90 minutos se desarrollaron de manera lineal, es decir, el Rosario dominaba sin un fútbol brillante pero sí efectivo y creaba situaciones de peligro con regularidad, algunas realmente claras. Almogía, mientras tanto, balonazo tras balonazo, no lograba, salvo en contadísimas ocasiones, inquietar la meta defendida por Juan (muy atento todo el partido).
Los primeros 20 minutos fueron donde los visitantes se mostraron más incisivos, más por algún desajuste defensivo saucedeño que por méritos propios. Poco a poco, los locales le fueron tomando el pulso al partido y, más asentados en el campo, comenzaron a llevar la iniciativa haciendo lo que podían en un terreno de juego donde el balón se puede convertir, sin que te lo esperes, en una pelota de rugby (aquí me gustaría ver a Zidane controlando Mikasas). Una jugada a balón parado se erigió como la solución al embrollo. Alberto le ganó la posición a un defensa que, dentro del área chica, no pudo hacerle más que un claro penalti. Lo transformó Rubén con seguridad. Corría el minuto 30 y no se movería más el marcador.

Para tranquilidad del respetable, que se congregó en gran número poblando las gradas del "estadio", siempre estuvo más cerca la sentencia local que el empate. Sólo un tiro lejano al final de la segunda parte, que rozó el larguero, puso algo de emoción a un choque que parecía estar resuelto a pesar de lo exiguo del resultado. Antes, Rando en un mano a mano, Alberto y Jero, con sendos remates que pusieron el gol en la boca de los aficionados pero no en el marcador, tuvieron las oportunidades más claras para finiquitar de forma definitiva el encuentro. El partido murió con la noche cerniéndose en el horizonte y con 3 puntitos más en la buchaca que permiten al Rosario seguir muy arriba en la clasificación haciendo de nuestro campo un fortín. En 3 partidos, otras tantas victorias, 11 goles a favor y sólo 2 en contra.

Partidos como éste te hacen llegar al final con posibilidades de conseguir algo importante. Si ganas y dominas sin sufrir, aún sin tener un día inspirado en ataque, se suman muchos puntos que permiten no despegarse de la cabeza a una distancia que luego resulte irrecuperable. La semana que viene se presenta otro duelo vibrante a domicilio en un campo siempre difícil como es Cañete. Difícil, pero no imposible.

El crack: Alberto. El kilometraje y la lucha que nos ofrece en todos los partidos la complementó, en esta ocasión, con más presencia en ataque (sólo la mala suerte impidió que se estrenara como goleador esta temporada) y, por si fuera poco, protagonizó la jugada que, a la postre, decidió el partido. En Cañete te estrenas, Ron.


Mención especial a la afición (¡¡¡qué bonito estaba el campo!!!). Así da gusto jugar al fútbol.

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