Nuestros juveniles volvieron a demostrar que, si jugaran siempre con intensidad, estarían algunas posiciones por encima en la clasificación. El Rincón se presentaba en Las Clavelinas dispuesto a conseguir una victoria que les reafirmara en los puestos nobles de la clasificación. Los saucedeños querían vengar la injusta derrota inflingida en el partido de ida y situar a los rinconeros a tiro de piedra.
El partido comenzó con claro dominio local. Varias oportunidades falladas y la nula aportación ofensiva de los visitantes hacían presagiar un encuentro más cómodo de lo esperado. Jorge, con una buena internada y mejor definición, colocó el primer tanto. Quedaban 20 minutos para el descanso y, curiosamente, en ese momento el Rosario se olvidó de jugar al fútbol y se dedicó a entrar en provocaciones. Queriéndose demostrar que son muy hombres, lo único que consiguieron fue irse totalmente del partido y, en dos fallos de concentración garrafales, permitió que, en 5 minutos y con sólo dos tiros a puerta, el Rincón se fuera con ventaja al descanso. La energía en el fútbol hay que gastarla en otras cosas.
La segunda parte fue diferente por ambos equipos. Los saucedeños se dedicaron a tocar el balón y buscar espacios en la defensa rinconera. Éstos, mientras tanto, salían con peligro a la contra teniendo un par de mano a mano con Manuel que la "Araña Roja" (que llevaba unos partidos desaparecido) solucionó de manera brillantísima. No se sabía si estaba más cerca el empate o la sentencia. Llegó el empate. Jairo aprovechó un balón suelto en una salida en falso del portero y, a puerta vacía, puso el 2-2 y la esperanza de poder remontar el partido renació. La última media hora del choque fue un asedio local, sin muchas oportunidades claras, pero con mucho empuje. A poco más de 5 minutos para el final, Jorge le encontró la espalda a su lateral, recortó al central y, otra vez con la zurda, puso el balón imposible para el portero. 3-2, 3 puntos y resultado devuelto, que es lo que interesa.
Echarle huevos a un partido es pedir el balón, no esconderse, ir a la verdad de cabeza y en un balón dividido (nunca con intención de hacer daño), apoyar a nuestros compañeros, mantenerse concentrado en defensa, con descaro en ataque y echar hasta la última gota de sudor. Lo demás son tonterías.
El partido comenzó con claro dominio local. Varias oportunidades falladas y la nula aportación ofensiva de los visitantes hacían presagiar un encuentro más cómodo de lo esperado. Jorge, con una buena internada y mejor definición, colocó el primer tanto. Quedaban 20 minutos para el descanso y, curiosamente, en ese momento el Rosario se olvidó de jugar al fútbol y se dedicó a entrar en provocaciones. Queriéndose demostrar que son muy hombres, lo único que consiguieron fue irse totalmente del partido y, en dos fallos de concentración garrafales, permitió que, en 5 minutos y con sólo dos tiros a puerta, el Rincón se fuera con ventaja al descanso. La energía en el fútbol hay que gastarla en otras cosas.
La segunda parte fue diferente por ambos equipos. Los saucedeños se dedicaron a tocar el balón y buscar espacios en la defensa rinconera. Éstos, mientras tanto, salían con peligro a la contra teniendo un par de mano a mano con Manuel que la "Araña Roja" (que llevaba unos partidos desaparecido) solucionó de manera brillantísima. No se sabía si estaba más cerca el empate o la sentencia. Llegó el empate. Jairo aprovechó un balón suelto en una salida en falso del portero y, a puerta vacía, puso el 2-2 y la esperanza de poder remontar el partido renació. La última media hora del choque fue un asedio local, sin muchas oportunidades claras, pero con mucho empuje. A poco más de 5 minutos para el final, Jorge le encontró la espalda a su lateral, recortó al central y, otra vez con la zurda, puso el balón imposible para el portero. 3-2, 3 puntos y resultado devuelto, que es lo que interesa.
Echarle huevos a un partido es pedir el balón, no esconderse, ir a la verdad de cabeza y en un balón dividido (nunca con intención de hacer daño), apoyar a nuestros compañeros, mantenerse concentrado en defensa, con descaro en ataque y echar hasta la última gota de sudor. Lo demás son tonterías.
1 comentario:
A seguir luchando y jugando como sabeis. Por cierto felicidades a Jorge por sus dos goles, y por su cumpleaños. Felicidades _Campeón.
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