U.D.ROSARIO 4 - 0 C.D.NUMANCIA
Alineación: Gaona (Banano); Veleta (Leo), David (Javi), Rubén, Tato* (Javi T.); Coscu (Baldomero), Diego, Jerónimo; Amores, Ángel, Taroke (Rando).
Una U.D.Rosario comprometida con el juego del balón perforó la portería rival en cuatro ocasiones ante un Numancia que salió con intensidad pero que fue un espejismo que apenas pudimos ver pasados los primeros diez minutos del choque. No obstante, los goles no llegaron hasta la segunda mitad de la contienda, cuando los blanquiazules alcanzaron su auge futbolístico. Rando abrió el marcador en el minuto 12' con un fuerte trallazo a la escuadra del portero rival cuando se encontraba a pocos metros del mismo; tres minutos después Diego, con una maravillosa definición, bate al portero; y los últimos dos goles llegaron de la mano de Amores en el 20' y 21', ambos procedentes de grandes jugadas por la banda de Rando.
La primera parte comenzaba con una clarísima ocasión de Amores aprovechando su velocidad por banda derecha, sin duda avisaba de que iba a ser su partido. Las ocasiones en los primeros minutos del partido se fueron alternando y el partido sufría altibajos, el Numancia atacaba llegando a portería mediante jugadas constructivas. Llegada casi a la media hora del encuentro, el Rosario consiguió la dominación del juego pero no conseguía definir las numerosas ocasiones que tenían. Sacando el balón jugado desde atrás y buscando la rapidez del equipo blanquiazul por banda derecha, la U.D.Rosario fusilaba una y otra vez al portero rival, con remates a cabeza y manos a manos ante el cancerbero, pero sin éxito; mientras que los de Granada no conseguían atacar con fluidez. Así se llegó al 45', empate.
La segunda mitad comenzó con una fuerte presión del Numancia, pero que solo le duró 5 minutos. Tras esto, el Rosario volvió a coger la "vara de mando" del encuentro y no la volvería a soltar. En el minuto 12, y tras haber llegado ya un par de veces al área rival, Rando abrió el marcador: habiendo luchado el balón con varios defensas rivales, consiguió que el esférico batiera, por fin, al portero granadino. Apenas tres minutos después sería Diego el que perforara la red con una preciosa definición: el balón pasó por encima del portero con una sutil vaselina que hizo que el cuero se deslizara mágicamente para pasar la línea de gol. El partido había cambiado, ahora los de Pepe, con tranquilidad, construían un juego más directo, buscando balones a la espalda de los defensores rivales. Ahora le tocaba a Amores: el balón pasó por al menos tres jugares del equipo antes de que Amores lo empujara hacia la red, Rando, Rubén y finalmente Diego para que Amores marcara su merecido gol. A Amores le llegaban sus premios por la gran labor durante la pretemporada y en la siguiente jugada volvió a meter: Amores definió un gran pase de Rando, los extremos se recorrieron toda la banda para marcar el cuarto. El balón bailaba al compás de Rubén, las ocasiones llegaban de la mano de los extremos, la defensa era solida y precisa y el resto del equipo luchaban el balón como si fuera una final. Las ocasiones no paraban de llegar , Diego no definió con precisión a cabeza un balón que pudo ser el quinto tras un excelente remate. El Rosario quiso darle un respiro a un Numancia perdido en la segunda mitad, y el partido llegaría al final con un Rosario tranquilo y cómodo sobre el verde de Las Clavellinas.
La U.D.Rosario jugó muy bien, eso es evidente, pero hay que sudar mucho para maniatar a un rival como el Numancia. Esa fue la clave del partido y la explicación más sencilla para este sobresaliente en Las Clavellinas. Ni con el partido resuelto se relajaron los hombres de Pepe, conscientes de que sólo desde el esfuerzo máximo se alcanzarán los objetivos fijados para esta temporada.
"Una buena defensa es un buen ataque"
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