VILLANUEVA 0 - 7 UD ROSARIO
Juan; Javi (Javi Terry), Milu, J. Miguel, Veleta (David); Gordillo, Rubén (Toble), Jero, Rando, Jorge; Alberto (Jesús)
Después de una vuelta entera sin oler el triunfo a domicilio (el primer partido en San Julián fue la excepción) el Rosario se desquitó con una goleada escandalosa igualando lo hecho por los cadetes por la mañana. El estado del campo, ciertamente, no hacía presumir que se fuera a asistir a un espectáculo como el que se terminó viendo. Una banda donde la práctica del fútbol era imposible debido a un charco interminable que generaba situaciones más propias de un patio de colegio y el resto del rectángulo, con innumerables trampas acuáticas, las cuales se convirtieron, en varias ocasiones, en el mejor defensa posible.
No cabe duda que los nuestros se adaptaron bastante mejor a esta situación y, aprovechando la defensa adelantada de los villanovenses, empezaron a generar un goteo constante de situaciones de peligro. Jero, a los 10 minutos, se benefició de un rechace del portero para abrir el marcador. A partir de ese momento, quedaban dos opciones: liar el taco como otras veces o seguir empujando sin dejar que el rival encontrara la posibilidad de meterse en el encuentro. Esta vez se optó por la segunda y, durante todo el choque, se impidió que Villanueva se sobrepusiera a los mazazos que le iban asestando los nuestros (sólo recuerdo una intervención salvadora de Juan, ayer "superpera", en todo el encuentro). En la primera mitad llegaron dos tantos más que permitieron llegar al descanso con una ventaja suficiente para alejar cualquier fantasma de otro posible traspiés lejos de Las Clavellinas. Jorge en una gran acción personal y Rubén, al transformar un penalti cometido sobre Alberto, colocaban un 0-3 que dejaba KO a los locales.
La última oportunidad de intentar sacar algo positivo que tenían los villanovenses se resumía en anotar un gol en los primeros 10 minutos del segundo acto. En ese lapso de tiempo, otra vez Jero se encargó de seguir aumentando la diferencia al rematar una buena falta sacada por Veleta. Los locales seguían intentando conseguir, al menos, el tanto del honor pero veían como, una y otra vez, los saucedeños se plantaban con opciones reales de ampliar, aún más, la ventaja. Javi Terry, al poco de salir, conectó un buen tiro desde fuera del área ante el que nada pudo hacer el meta rival. Rando, finalizando a la perfección un contragolpe, puso el sexto y Toble, materializando un penalti a Rando colocó el séptimo y definitivo en el marcador. El penalti lo tiró bien, pero lo realmente espectacular fue la celebración. Sin duda la acción más espectacular del choque fue ese momento en el que, imitando la escena final de una peli muy famosa donde la protagonista se llamaba Willy, Toble se lanzó realizando una croqueta voladora al charco más profundo. Como se nota que él no tiene que lavar la equipación.
La semana que viene recibimos a Antequera, uno de los mejores equipos a domicilio. Ahora que el equipo remonta el vuelo no se debe caer en la confianza y seguir afrontando los partidos con la mentalidad de estos dos últimos. Demostrado queda que, tanto si es el líder como si es el colista, la actitud previa a los partidos debe ser siempre la de dar el máximo.
El crack: Jero. Aunque Toble realizó una de las acciones que más se recordarán en los próximos años y la camiseta de Juan merecería crear otra sección en el blog, el partido de Jero fue más que notable y merecedor de esta distinción. Además de los dos goles conseguidos en momentos clave, aportó mucha presencia en el centro del campo, echó una mano en defensa siempre y distribuyó con bastante acierto a la hora de crear juego. Si a todo esto sumamos que ejerció como capitán siendo de los pocos que se escuchaban sobre el campo (esta falta de comunicación fue la única nota negativa del equipo) el partido que realizó se puede calificar como completísimo.
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