Alineación UD Rosario
Juan; Jorge, Milu, J. Miguel (Pincho), Seúl (Arturo); Elías (Gordillo), Rubén (Diego), Toble (Javi), Rando, Alberto; Jero
Después de cinco partidos en los que la cosecha positiva de puntos se resume en un triste empate a cero contra Sierra Yeguas, nos enfrentábamos a Algaidas, un rival de los que dejan jugar y que en estos años se nos había dado muy bien (2 victorias y 2 empates).
Nada hacía presagiar al empezar lo que se vio al final. El comienzo del partido fue presidido por bastantes nervios en el equipo local que propiciaron los únicos acercamientos con peligro de los algaideños en, prácticamente, todo el choque. Éstos pecaron de falta de agresividad en esos últimos metros para aprovechar los titubeos iniciales de los saucedeños. Balonazos sin mucho sentido hicieron de los primeros veinte minutos un homenaje a Nadal y compañía por haber ganado la Copa Davis. Si mirabas a cualquier aficionado parecía que estaban viendo un punto eterno de tenis. La clave era echar la pelota al césped (más quisiéramos). Una oportunidad de Jero más otra de Rando dieron el pistoletazo de salida para comenzar a serenarse. El Rosario, esta vez sí, se empeñó en intentar elaborar, al menos de la mitad del campo hacia arriba. Las bandas aparecían con peligro, la medular se hizo más fuerte y combinativa, la defensa transmitía más seguridad y, como consecuencia, el balón se instaló, definitivamente, en las inmediaciones del área visitante. Los nervios defensivos del principio parecieron trasladarse, en esos momentos, a la delantera. Varias oportunidades clamorosas o un gol mal anulado a Alberto evitaban que se abriera la lata. Tras el pitido que indicaba el camino de los vestuarios se me vino a la memoria el anterior partido en casa ante Sierra Yeguas. ¿Otro 0-0 en la Clavellinas? No podía ser.
Curiosamente, el salvador llegó desde el juvenil. Javi calentaba en el descanso sin imaginarse lo que le iba a deparar la noche saucedeña. La tónica del encuentro no varió. Algaidas, otra vez en los primero compases, intentó dar algún susto, pero el Rosario no quería dejar escapar más puntos de su feudo. Se mantenía concentrado y confiado en sus posibilidades. Pero el gol no llegaba. Javi traía la solución a este entuerto. Rando percutió por enésima vez por su banda y, tras ganar la línea de fondo, centró a Javi que, con el portero superado y la posición ganada al defensa, sólo tuvo que empujar para ponernos en ventaja. Hacía tanto de eso que casi no se recordaba lo bien que se juega al fútbol con el viento a favor. Si encima el rival se queda con uno menos (tampoco me acuerdo del último partido en superioridad numérica), la media hora restante debía servir para disfrutar y reencontrarse con sensaciones perdidas. Las oportunidades se sucedían una tras otra, pero el único que tenía el punto de mira realmente enfocado era Terry. Su hat-trick, en apenas 15 minutos, lo completó con dos tantos muy similares. Primero Jero y luego Alberto no pudieron batir al portero algaideño en su salida. Javi aprovechó sendos rechaces del meta para erigirse como el goleador de la noche. Ambos tantos, ni mucho menos sencillos, mostraron su calidad y capacidad de definición. El cuarto del encuentro, con el resto de saucedeños algo ofuscados por no marcar a pesar de las ocasiones, tuvo que ser en propia puerta tras una gran internada de Jorge por la derecha.
Recuperamos el quinto puesto y recortamos 3 puntos a Almargen y Cañete, equipos que nos preceden en la clasificación. Todavía queda mucha liga, aunque todo pasa por traernos los 3 puntos ante el Malaka que, ni mucho menos, nos lo va a poner fácil.
Dos notas positivas del partido, a parte de la victoria, son: la vuelta de Diego a los terrenos de juego tras la entrada criminal que recibió en Antequera y la demostración de que, a pesar de los malos momentos vividos, este grupo sigue siendo un EQUIPO.
Si se rema en la misma dirección, se avanza, si cada uno quiere ir a un sitio, el barco no se mueve.
El crack: Javi Terry. Si el martes por la mañana le dicen que iba a marcar 3 goles esa tarde no se lo hubiera creído ni de coña. La baja por fiebre de Manolillo hizo que se recurriera a sus servicios para completar la convocatoria. Las sorpresas que te depara el fútbol no las puedes predecir, pero hay que estar siempre preparado para aprovechar cualquier oportunidad. Javi lo hizo con creces y, sin hacer ningún regate, realizó un partido al que no le faltó nada. Además de los goles, peleó, combinó con sentido y se ofreció para dar soluciones a la salida del balón. Ahora toca reivindicarse, junto con todos tus compañeros, en tu categoría.
5 comentarios:
MARAVILLOSO TITULO, JUAN. ERES UNA MAQUINA.
Mantenimiento Pista futbol sala: Da pena ver la pista de futbol sala, ayer cuando los cadetes le tocaba entrenar; toda la pista llena de albero, da pena no hay nadie que cuide de la pista; las porterias estan que se caen (ya hay unas nuevas, pero creo que tendran que ponerlas los jugadores), no hay ningun personal de mantenimiento para ayudar a colocarlas; lo digo sobre todo por las herramientas que necesitamos para ello. Por Favor el domingo jugamos y nadie parace tener ni la mas minima consideracion por el cuidado de la pista. Es una pena.
La solución es fácil. En los entrenamientos de fútbol que se use la puerta del campo y no el poli. ¿Por qué no se hace así cuando siempre se ha entrado por ahí?
Puede ser una solucion; y aparte respetar la pista y bordearla no cruzar por mitad. El asunto de las porterias, esta tarde los jugadores siguientes han colocado las porterias ellos solo, incluso comprando con su dinero tornillos que faltaban. FERNANDO,JESUS, MANOLO, XIVO, AITOR Y FELIPE. Estos seis jugadores han colocado las dos porterias nuevas; no me he acuerdo desde cuando no veia porterias nuevas en el poli. Estos jugadores tendran su reconocimiento.
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